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miércoles, 13 de noviembre de 2019

Momento fugaz



En la miseria del mundo el hombre se ahoga. Camina y camina buscando la razón de su existencia. Yo aún busco la mía. Busco la base perfecta para mantener equilibrada mi balanza emocional. He aprendido que no hay gloria en el poder y que no hay honor en la ambición...

Mi concepto de éxito es muy sencillo y criticado por mi especie. Vivo en el siglo que tanto el hombre como la mujer aborrecen el afecto perpetuo. Ahora todos desean posesión y rupturas trágicas.

No dejé que esto me deprimiera. No dejé que esto me contuviera de apreciar la belleza de todo. Hasta de lo más sencillo. En efecto, una crisis existencialista no es buena opción. No para los soñadores del mundo. Lo digo por si existe algo de mi preciada tribu decadente.

Hoy confirmé que la belleza se mantiene. La esencia del alma en las personas es belleza. Los ví a todos en el subterráneo, los ví agotados, angustiados y llenos de fatiga. Pero descubrí que en esas almas cansadas habita belleza y de la más profunda. Hombres altos, bajos y medianos. Todos con la frente sudada del trabajo con la esperanza de llegar al hogar. Mujeres esbeltas, corpulentas y delgadas. Todas ellas ansiosas de que el tren las llevase al mundo de su hogar. Todos esperaban... perdón, anhelaban a su amante nocturno.

Y por último. Ella estaba allí, parada y recostada de una pared gris. Mirando a su alrededor. La ví y sé que ella me vío. Una maravilla rubia, cincelada por el alma del mismísimo Miguel Ángel, el escultor de Dios. Con su piel de mármol rosa. Sus ojos oscuros anunciando la noche estrellada. Su boca, las puertas del cielo y su cabello era como destellos del sol. Esa clase de destellos opacos que te relaja la vista y el pensamiento.

Divina e inmutada en lo que ocurría. No tenia ansias. No tenía estrés. Solo natural, solo espontánea. Una gracia innegable y mi camino fue bendecido cuando bajó en la misma estación que yo. Y en la penumbra nocturna la ví. Lenta y serena detrás de mí. Y en silencio y con todo respeto la ví abandonar la calle transversal y continuar a la principal. Quedé flechado por una de las musas y su nombre empiesa por la "P" de perfección. Resulta que te conozco y te recuerdo, profundamente, pero tú a mí no.
No importa, la belleza se admira en silencio. Es ahí donde la cobardía es tan válida como el honor.

Y esta es la base de mi vida. No ella. No, se trata de proteger la belleza de todos. Admirandolos, sin acosarlos, deleitando al mundo de si mismos y brindarles la oportunidad se parar los segundos y volverlos minutos.

 "Y esta es la base de mi vida. No ella. No, se trata de proteger la belleza de todos. Admirando, sin acosarlos, deleitando al mundo de si mismos y brindarles la oportunidad de parar los segundos y volverlos minutos"


Mi base es... Escribir de todo lo que tiene el mundo bajo mi percepción la cual nadie puede ver. Y yo hago sentir.


-El hombre-

Armisticio

Mírame, mírate, ¿no crees que perdemos el tiempo?... Tu vas con tu resentimiento e indiferencia... Yo solamente intento no volverme loco... ...